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Una Jueza da formal prisión al exjefe de policía de Puebla por tortura a Lydia Cacho

La Fiscalía detalló que a Hugo Adolfo Karam se le acusa de que desde su posición de poder correspondiente a la Dirección General de la entonces Policía Judicial del estado de Puebla, en cumplimiento de las instrucciones de Mario Plutarco Marín, presuntamente organizó y ordenó cumplir una orden de aprehensión contra Lydia Cacho por la publicación de su libro que exhibe una red de tráfico de menores.

Una Jueza le dictó auto de formal prisión a Hugo Adolfo Karam, exsecretario de Seguridad de Puebla, por su presunta responsabilidad en la comisión del delito de tortura en agravio de la periodista Lydia Cacho.

La Jueza Segunda de Distrito en Materia Penal con residencia en la ciudad de Cancún, Quintana Roo, dictó la prisión preventiva como medida cautelar contra el exsecretario de Seguridad de Puebla en el Gobierno de Mario Marín (2005-2011) y decretó la apertura del procedimiento ordinario por el delito de tortura.

De acuerdo con un comunicado de la Fiscalía General de la República (FGR), el caso proviene de una consignación realizada por la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (Feadle), de la Fiscalía Especializada en Materia de Derechos Humanos (FEMDH), en la que “se presentó evidencia suficiente para probar la existencia de un aparato organizado de poder dentro de la estructura del Gobierno del estado de Puebla, que planeó y ejecutó un plan sistematizado para castigar a una periodista [Lydia Cacho] por haber realizado la publicación de su investigación sobre trata de personas en la que se develaban nombres de personas que participaron en redes de tráfico de menores”.

“Al señor Hugo Adolfo Karam, se le imputa que desde su posición de poder correspondiente a la Dirección General de la entonces Policía Judicial del estado de Puebla, en cumplimiento de las instrucciones de Mario Plutarco Marín, exgobernador de dicha entidad, quien actualmente se encuentra en prisión preventiva y sujeto a un proceso penal por los mismos hechos, presuntamente organizó y ordenó a sus dependientes jerárquicos que al cumplir una orden de aprehensión en contra de una periodista, realizaran actos de tortura con la finalidad de castigarla por la publicación de un libro”, explicó la Fiscalía.

Asimismo, la FGR recordó que ya existen tres sentencias condenatorias por el delito de tortura en contra de exservidores públicos de las entonces Procuradurías Generales de Justicia de los estados de Puebla y Quintana Roo, además de dos personas más que se encuentran en prisión preventiva justificada durante el desarrollo de su proceso por el mismo hecho en agravio de la periodista Lydia Cacho.

El pasado 13 de julio, la Policía Federal Ministerial detuvo en Veracruz a Adolfo Karam.

De acuerdo con el Registro Nacional de Detenciones, el exmarinista fue aprehendido a las 8:42 horas en Boca del Río, Veracruz. Vestía playera gris sin mangas, short y zapatos negros con blanco.

La orden de aprehensión, se dio a solicitud del Juez federal del Primer Tribunal Unitario del Vigésimo Séptimo Circuito de Cancún, Quintana Roo.

Adolfo Karam llevaba cuatro años prófugo, pues en 2019 se giró la orden de aprehensión en su contra por estar implicado en la tortura contra la periodista en Cancún en 2005.

Por su parte, Mario Marín era buscado desde el 11 de abril del 2019 junto al exjefe de la Policía Judicial, Adolfo Karam Beltrán, y el empresario Kamel Nacif Borge, éste último todavía se mantiene prófugo de la justicia.

Hace 18 años, Lydia Cacho fue víctima del entonces mandatario de Puebla. Él, en acuerdo con Kamel Nacif, organizó secuestrarla y torturarla para hacerla firmar un documento en el que se retractaba de la red de trata descrita en su libro Los Demonios del Edén.

Para ello, Mario Marín usó el aparato del Estado. Adolfo Karam ordenó a la Policía Judicial de Puebla detener a la periodista en Cancún y trasladarla a la Angelópolis.

En el trayecto, Lydia Cacho permaneció arrestada por casi 30 horas y fue liberada tras pagar una fianza.

Crédito: SINEMBARGO

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