Norte

Juez imputa por homicidio a un detenido por caso del fotoperiodista Ismael Villagómez

En audiencias judiciales separadas, los otros dos hombres detenidos y vinculados por la Fiscalía General del Estado de Chihuahua por el caso del fotoperiodista asesinado fueron acusados por posesión de droga y uno de ellos por posesión de un arma de fuego. A uno se le ordenó la libertad.

Sólo a Carlos Miguel “N”, uno de los tres hombres presentados por la Fiscalía General de Estado (FGE) de Chihuahua como probables partícipes en el asesinato del fotoperiodista Ismael Villagómez Tapia, fue acusado formalmente del delito de homicidio ante un Tribunal de Control.

A las otras dos personas, Joan Eduardo “N” y Jesús Adrián “N”, se les formularon cargos legales por posesión simple de droga y al primero de ellos también por portación de un arma de fuego y posesión de cartuchos.

En la audiencia se indicó que ya había una orden de aprehensión pendiente contra Jesús Adrián por el crimen del reportero gráfico pues presuntamente él acompañaba a Carlos Miguel cuando este le disparó en el cráneo y todos planearon el robo y eligieron como víctima al fotoperiodista, al ver su fotografía en la plataforma de In Driver.

Al acusado de homicidio, Carlos Miguel “N”, se le impuso la medida cautelar de prisión preventiva por un año; igual a Joan Eduardo, por la posesión de un arma de fuego, y se ordenó la libertad para Jesús Adrián.

Sin embargo, al cierre de está nota no había información de que Jesús Adrián hubiera sido arrestado por el asesinato de Villagómez.

DOS AUDIENCIAS, DIVERSOS CARGOS

Unos minutos después de las 11:00 horas de este domingo 19 de noviembre Carlos Miguel “N”, fue trasladado a la sala número 16 de la Ciudad Judicial, para una audiencia de control de detención relacionada con el homicidio cometido en contra del fotoperiodista y dentro de la causa penal 6380/23.

Unos minutos antes, Joan Eduardo “N” y Jesús Adrián “N”, fueron llevados a la sala 1 ante el Juez Dirceu Ismael Solís Mendoza para una audiencia conocida como “concentrada” o “combo” pues además de ellos había otros detenidos también acusados de delitos contra la salud, pero sin relación alguna con el asesinato del reportero.

En la diligencia de Carlos Miguel, dos agentes del Ministerio Público le pidieron al Juez de Control, Javier Ortiz Beltrán, que declarara de legal la detención.

Citaron que a las 2:57 de la mañana del jueves 16 de noviembre se reportó a policías estatales la localización de una persona asesinada en las calles Artículo 27 y Sinaloa de la colonia Fronteriza Alta.

Al momento que llegaron los policías estatales, la escena del crimen estaba acordonada.

Frente al volante de un automóvil Hyundai Elantra, de color gris y placas EBF-200B, se encontró el cuerpo del reportero.

El tablero del carro presentaba un orificio de bala y el fotoperiodista tenía una herida en el globo ocular.

En los asientos posteriores del carro se localizó un celular Motorola color dorado desbloqueado; también se halló una cartera negra en una de las puertas y una credencial electoral a nombre de Ismael Villagómez Tapia.

La fiscal dijo que los policías estatales revisaron el celular pensando que era propiedad de la víctima, vieron la galería de fotografías y supuestamente encontraron imágenes de un hombre portando una pistola rosa con gris y también una foto de una credencial de elector a nombre del hoy detenido, Carlos Miguel, donde se documentaba que su domicilio está ubicado en la calle Emilio Campa en la colonia Chihuahua.

Como a las 6:00 horas del mismo jueves, un sobrino del reportero se presentó en el lugar del asesinato tras haber visto unas publicaciones en redes sociales en las que se informaba de un crimen en un auto igual al suyo y luego de haber llamado en varias ocasiones a Ismael a los dos celulares que tenía, afirmó la Fiscal.

Los agentes le mostraron al sobrino del fotoperiodista el celular encontrado en el carro y él señaló que no le pertenecía a su tío.

Explicó que Ismael Villagómez usaba dos aparatos de la marca Samsung Galaxy, un S10 y otro S8.

Los agentes fueron al domicilio que venía en una de las fotografías del celular abandonado en el carro de la víctima.

Esperaron varias horas al exterior hasta que hablaron con Josefina H., y Luis Carlos H., quienes se identificaron como los padres de Carlos Miguel y dijeron que este ya no vivía en esa casa, que residía en otra vivienda ubicada en la misma calle.

La pareja de policías pidió apoyo, al lugar acudieron elementos de la Unidad Antiextorsión y en la casa descrita por los padres de Carlos Miguel, lo encontraron.

La agente del Ministerio Público (MP) aseguró al Tribunal que al ver a los policías Carlos Miguel se mostró en extremo nervioso y dijo “yo no le disparé, en el robo al del Uber”, y manoteó.

El hombre fue sometido y supuestamente accedió a una revisión física en la que se le encontró, en una de sus manos, un celular Samsung Galaxy S10.

Carlos Miguel también dijo que otros dos hombres habían participado en los hechos en los que murió el reportero y señaló que se encontraban en una casa domiciliada en las calles Subestación y Mauricio Corredor de la colonia Chihuahua.

Los policías se trasladaron a esa ubicación, ahí encontraron a Joan Eduardo “N”, y a Jesús Adrián “N”, quienes al verlos corrieron hacía el interior, pero fueron asegurados.

Al parecer a Joan Eduardo se le aseguró un arma de fuego calibre 9 milímetros y cartuchos, así como dos dosis de cocaína; también a Jesús Adrián se le encontraron dos envoltorios con el mismo tipo de droga y dos celulares, uno era propiedad del reportero gráfico.

Al final de su exposición, la fiscal señaló que fue una investigación ininterrumpida y dentro del término de la flagrancia.

En respuesta, la abogada pública penal que representó a Carlos Miguel argumentó que no había flagrancia y que no se respetó el principio de inviolabilidad de las comunicaciones, pues en lugar de revisar el celular, los agentes debieron haberlo asegurado y entregado al Ministerio Público.

El Ministerio Público respondió que los policías estatales revisaron el celular porque pensaron que era propiedad de la víctima y pretendían avisar a la familia.

Ante el debate el Juez decretó un receso y abandonó la sala.

En ese lapso, Carlos Miguel estuvo llorando y también se persignó en varias ocasiones mientras era observado por sus padres desde el área del público.

Al retomar la audiencia, el Juez declaró legal la detención y lo fundamento en lo argumentado por el Ministerio Público, con ello dio paso a que las fiscales le formularán cargos legales al detenido.

En esa etapa, básicamente se informó que el fotoperiodista fue asesinado entre las 00:00 y las 02:00 horas del 16 de noviembre por Carlos Miguel y Jesús Adrián, cuando el primero de ellos le detonó un arma de fuego en el cráneo.

El reportero gráfico sufrió un traumatismo craneoencefálico.

EL ACUSADO TESTIGO

Las fiscales dijeron que uno de los detenidos, Joan Eduardo “N”, es un testigo de cargo contra Carlos Miguel.

Después de la formulación, el Juez le preguntó a Carlos Miguel si había entendido los cargos legales y él respondió “sí, sí entiendo”. Inicialmente el sospechoso deseaba rendir declaración ante el Juez, pero su abogada le aconsejó que guardara silencio.

La fecha para que el Juez determine si vincula o no a proceso a Carlos Miguel, se realizará el próximo 23 de noviembre a las 12:00 horas.

En la diligencia seguida en contra de Jesús Adrián y Joan Eduardo, en la causa penal 6383/23, los dos fueron acusados de posesión simple de cocaína; Joan también por portación de arma de fuego de uso exclusivo del Ejército y posesión de cartuchos.

La detención de ambos fue considerada legal por el Juez Solís Mendoza.

A Joan se le impuso un año de prisión preventiva justificada y a Jesús Adrián la obligación de acudir a los juzgados a firmar.

Jesús Adrián también fue consignado al juzgado por otro delito contra la salud que tenía pendiente dentro de la causa penal 8133/22.

En ese proceso se le había ordenado que acudiera voluntariamente para que escuchara la formulación de cargos, pero no fue.

Por lo que ayer, en la misma audiencia, le formularon cargos legales y fue vinculado a proceso penal.

En esta causa, la 6383/23, el Ministerio Público pidió al Juez que se le impusiera como medida cautelar la prisión preventiva porque ya existía una orden de aprehensión por el delito de homicidio en perjuicio de un reportero.

Pero el Juez se negó, refirió que esa sería una tercera causa penal ajena al delito de narcomenudeo que ahí se analizaba, y le impuso como medida cautelar la firma mensual durante seis meses.

En la causa seguida contra Joan Eduardo y Jesús Adrián se dio fecha para audiencia para el jueves 27 de noviembre a las 12:00 horas, donde se determinará si los vinculan a proceso o no a penal.

LAS DECLARACIONES ANTE MINISTERIO PÚBLICO

Ante el Ministerio Público Carlos Miguel dijo que el 15 de noviembre estaba en la casa de su abuelo y a las 09:30 horas recibió un mensaje de Joan Eduardo en el que le decía: “vamos a hacer feria, cáele a mi casa”. Y él fue a la casa de la calle Subestación.

“Le caigo a la casa, eran como las once”, refirió la fiscal al citar la declaración.

Cuando Carlos Miguel llegó a la vivienda, ahí se encontraban Joan Eduardo, Jesús Adrián, apodado El Monky, y otras personas, fumando mariguana.

El sospechoso señaló que todos estaban de acuerdo en robar o hasta en cometer un secuestro y que Joan les dijo que él ponía la casa y el cuete (pistola) para no ir.

“Fuimos yo y Adrián El Monky como a las 12:10 o 12:15 a la frutería de la calle Sinaloa”, dijo Carlos Miguel quien también precisó que llevaban un arma de fuego.

El sospechoso dijo que escogían a sus víctimas, veían las fotografías de los conductores de la plataforma InDrive y elegían a quién robar.

En esa ocasión vieron la imagen de Ismael Villagómez y dijeron “este güey”. Solicitaron el servicio y él tardó unos cinco minutos en llegar.

Ismael Villagómez se desempeñó durante 24 años como reportero gráfico, su trabajo como chofer de la plataforma InDrive era temporal para completar sus gastos.

Carlos Miguel también dijo al Ministerio Público que los dos subieron en la parte posterior del carro, su compañero Jesús Adrián del lado del copiloto, y unos tres a cinco metros después de abordar el auto conducido por el fotoperiodista. Jesús Adrián “entró en acción”, le dijo a la víctima “túmbate”.

El fotoreportero respondió “no manchen, no es así”.

Carlos Miguel vio unas monedas y se agachó para empezar a buscar entre los asientos “un clavo” (dinero) y pertenencias. Mientras El Monky y la víctima discutían.

Cuando El Monky se iba bajando del auto le disparó al reportero y el carro lo atropelló. Luego Carlos Miguel observó que el vehículo agarró más velocidad y entró a una calle de terracería donde se impactó; y él huyó del lugar, alcanzó a El Monky.

La fiscal dijo que durante la declaración, efectuada en las instalaciones de la Fiscalía estatal, Carlos Miguel fue asistido por una abogada pública penal, quien le hizo unas preguntas de precisión.

Le cuestionó de quién era el arma de fuego que usaron, Carlos Miguel respondió que de Joan Eduardo; también preguntó qué era lo que querían hacer y el detenido dijo que cometer un asalto y finalmente le preguntó quién disparó, él contestó que Jesús Adrián, El Monky.

Por separado, Jesús Adrián también declaró ante el Ministerio Público y acusó a Carlos Miguel “N”, de ser el responsable de haber disparado contra el fotógrafo.

En el resto de la historia fue coincidente con Carlos Miguel excepto que dijo que él llegó primero a la casa Joan y luego su cómplice.

“Llegué a la casa y luego llegó Carlos con tres tortas y sodas…. Dijo, lo maté. Cenamos, dijo que el teléfono se le cayó… luego me di cuenta que traía dos celulares”, afirmó la fiscal al dar lectura a la declaración.

Jesús Adrián también indicó que después de cenar todos se quedaron dormidos y en la mañana ya no vio a Carlos Miguel.

Por su parte, Joan Eduardo narró ante el Ministerio Público que el 15 de noviembre estaba tomando cerveza con varias personas entre estas los ahora acusados y El Monky dijo que necesitaba dinero y propuso asaltar a un Didi pero a él no le gustaban “esos jales” y además dos semanas antes había cometido un robo y le pusieron una friega.

Por lo que no participó en el robo al reportero gráfico y se fue a dormir. Pero a las 04:00 horas lo despertaron los otros dos presuntos implicados y Jesús Adrián le dijo “ya valió… me atropellaron y Carlos le disparó”.

Después se dio cuenta que habían tomado un arma de fuego de su propiedad.

Joan Eduardo también dijo que se dedicaban a asaltar y “trabajaban” para el grupo delictivo La Empresa como traficantes de personas.

PERITAJE EN CRIMINALÍSTICA

En el peritaje en criminalística, elaborado por Luz del Rosario Hernández, se estableció que el fotoperiodista fue agredido mientras conducía, que estaba en total desventaja respecto a los agresores, que no tuvo posibilidad de defenderse, estaba desarmado, no luchó, fue agredido de atrás hacía adelante

En el dictamen de balística se documentó que en el interior del vehículo de la víctima se recolectó un casquillo y que entre este elemento y el arma asegurada existe concordancia.

Crédito: SINEMBARGO

Back to top button