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Milei corta de tajo derechos laborales con decreto despiadado que mima al mercado

El decreto eliminó todas las herramientas de control de precios en un contexto de inflación interanual de más de 160 por ciento que, según las previsiones de los analistas, llegará a 200 por ciento al terminar el año.

El Presidente ultraliberal argentino, Javier Mileidesmontó por decreto más de 300 regulaciones que pesaban sobre distintas actividades económicas para poner fin a la “intromisión” del Estado en la vida cotidiana de los argentinos, lo que según él ha sido la causa de la decadencia económica del país sudamericano.

El trabajo, la salud, el consumo, la renta de viviendas, el turismo, las comunicaciones y hasta el fútbol fueron alcanzados por el decreto de necesidad y urgencia (DNU), anunciado el miércoles por el mandatario, y que supone un cambio radical de reglas de juego en un país con una cultura de fuerte intervencionismo estatal.

“El Estado —en su conjunto— se ha vuelto una máquina de impedir el comercio,  el trabajo, la producción, el ahorro, la inversión, la generación de riqueza, el crecimiento económico y, fundamentalmente, la libertad”, sostuvo el mandatario en un mensaje en cadena nacional.

A cambio, Milei propuso “un sistema económico basado en decisiones libres, adoptadas en un ámbito de libre concurrencia, con respeto a la propiedad privada y a los principios constitucionales de libre circulación de bienes, servicios y trabajo”.

A continuación, un detalle de las medidas anunciadas por el Presidente argentino y qué obstáculos legales y políticos pueden afectar su implementación.

¿EN QUÉ CONSISTE UN DECRETO DE NECESIDAD Y URGENCIA?

Es una facultad del Poder Ejecutivo de emitir disposiciones de carácter legislativo en “circunstancias excepcionales”.

Según el Gobierno, la gravedad de la situación económica en Argentina “no admite dilaciones y hace que sea imposible esperar el trámite normal de formación y sanción de las leyes”.

¿QUÉ REGULACIONES QUEDARON SIN EFECTO?

En su discurso, Milei sólo mencionó 30. Pero en el decreto se incluyen más de 300 normas derogadas o modificadas.

En materia laboral, introdujo cambios que desafían el poder de los sindicatos e implican un cambio en una legislación que hasta ahora ha favorecido a los trabajadores.

Por un lado, restringió el derecho a huelga en actividades esenciales como servicios hospitalarios, educación y transporte. Y abrió el juego para nuevos mecanismos de indemnización que harán menos engorroso el despido de empleados.

El decreto eliminó todas las herramientas de control de precios en un contexto de inflación interanual de más de 160 por ciento que, según las previsiones de los analistas, llegará a 200 por ciento al terminar el año.

Además, derogó la ley de alquileres para que plazos y moneda se definan libremente entre partes, modificó el marco regulatorio de la medicina privada para que las empresas fijen valor de cuota sin autorización previa del Estado, liberó el mercado aeronáutico y de las telecomunicaciones satelitales y limitó controles sobre empresas emisoras de tarjetas de crédito.

Privatizaciones de empresas públicas y clubes deportivos también quedaron habilitadas por el decreto.

¿ESTÁ VIGENTE EL DECRETO?

Sí, pero requiere ser convalidado por el Congreso. Según la norma, diputados y senadores no pueden modificar el texto y su potestad es aceptarlo o rechazarlo con el voto de la mitad más uno de los miembros presentes en cada cámara.

Sólo quedará sin efecto si las dos cámaras lo rechazan.

El partido gobernante Libertad Avanza es la tercera fuerza en el Parlamento, por lo que está obligado a negociar los votos.

Mientras dura el trámite legislativo, el decreto debe cumplirse, salvo que la justicia lo suspenda.

¿ES CONSTITUCIONAL EL DNU?

La mayoría de los constitucionalistas coincidieron que el decreto avanzó sobre facultades del Congreso, ya que muchas de las disposiciones no estarían justificadas dentro de un contexto de “circunstancias excepcionales”.

El economista Federico Sturzenegger, asesor del Presidente y considerado del arquitecto del decreto, argumentó que “hay que dar una señal clara y contundente que Argentina se encamina hacia otra dirección y ésa es la emergencia que justifica el DNU”.

Se descuenta que organizaciones civiles como sindicatos y ciudadanos particulares se presentarán ante la justicia para pedir la nulidad del decreto.

Tras conocerse el anuncio del decreto, en varios barrios de Buenos Aires surgieron “cacerolazos” de rechazo. Decenas de ciudadanos se concentraban frente al Congreso golpeando cacerolas, imagen que se repetía en otras esquinas de la capital argentina. Horas antes del discurso presidencial, miles de personas habían marchado al centro convocadas por organizaciones políticas y sociales izquierdistas en protesta por las medidas de austeridad que anunció el gobierno la semana pasada.

El nuevo decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), bautizado como “Bases para reconstrucción de la economía argentina”, contempla la derogación o modificación de 300 regulaciones y entrará en vigencia el jueves cuando se publique en el Boletín Oficial.

“Argentinos, hoy es un día histórico para nuestro país. Después de décadas de fracasos, empobrecimiento, decadencia y anomia, hoy comenzamos formalmente el camino de la reconstrucción”, manifestó Milei al iniciar su discurso leído.

Milei, quien se define como “anarcocapitalista” —corriente dentro del liberalismo que aspira a la eliminación del Estado—, derogó entre otras la norma que impide la privatización de las empresas públicas, que había sido impulsada por los gobiernos populistas de las últimas dos décadas.

Al mismo tiempo, dispuso la transformación de todas las empresas del Estado en “sociedades anónimas” para su posterior privatización y dejó sin efecto la ley de alquileres “para que el mercado inmobiliario vuelva a funcionar sin problemas y que alquilar no sea una odisea”, según argumentó.

En un contexto de inflación que se encamina al 200 por ciento interanual este año, el mandatario anuló la ley de abastecimiento, una herramienta con la cual se sancionaba a las empresas que no garantizaban la provisión de productos en supermercados y comercios con el fin de especular.

En la misma dirección, derogó la ley de góndolas sobre la disposición de productos en supermercados “para que el Estado deje de meterse en las decisiones de los comerciantes argentinos”. También implementó la “política de cielos abiertos”, que habilita la competencia entre líneas aéreas.

En materia de salud, desreguló el mercado con la modificación del marco regulatorio de la medicina prepagada y las obras sociales.

En lo que respecta a los servicios de internet satelital, impulsó su desregulación para “permitir el ingreso de empresas, como Starlink”, propiedad del magnate Elon Musk.

Crédito: SINEMBARGO

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