En las comisiones del Senado, se ha dado un paso significativo en la reforma constitucional que permitirá al Estado mexicano recuperar el derecho de utilizar las vías ferroviarias para ofrecer el servicio de transporte de pasajeros. Esta propuesta fue aprobada de manera unánime por representantes de todas las fuerzas políticas.
El dictamen busca restablecer el control estatal sobre las vías ferroviarias, especialmente en lo que respecta al transporte de pasajeros, un área que ha sido descuidada desde la privatización del sector en los años noventa. Para implementar esta reforma, se contempla que el Ejecutivo Federal pueda otorgar asignaciones a empresas públicas o concesiones a la iniciativa privada.
La senadora de Morena, Laura Estrada Mauro, enfatizó que esta iniciativa representa un regreso a la autonomía nacional y un paso para revertir la privatización promovida durante la administración de Ernesto Zedillo, devolviendo al pueblo el acceso al transporte ferroviario.
Desde el PAN, Mayuli Latifa Martínez Simón destacó que la reforma fomentará la movilidad y contribuirá al desarrollo regional, pero subrayó la importancia de que el nuevo gobierno actúe con legalidad y transparencia en la ejecución de los proyectos ferroviarios.
Carolina Viggiano Austria, del PRI, expresó su respaldo a la reforma, aunque indicó que se llevará a cabo un monitoreo sobre los impactos y la viabilidad técnica y financiera de los futuros proyectos para evitar repetir problemas como los que ha enfrentado el Tren Maya, que careció de transparencia y ha presentado incrementos en costos.
Por su parte, Alejandro González Yáñez, del PT, recordó la crisis histórica del sistema ferroviario durante el gobierno de Ernesto Zedillo y destacó que, bajo la administración de Andrés Manuel López Obrador, se ha promovido el desarrollo del sursureste con el Tren Maya, visualizando un futuro en el que México pueda convertirse en una potencia económica.
Luis Donaldo Colosio Riojas, de Movimiento Ciudadano, subrayó el gran potencial de la infraestructura ferroviaria del país, que abarca más de 27 mil kilómetros de vías, para descongestionar carreteras y ofrecer un transporte seguro y sostenible, además de conectar regiones tradicionalmente marginadas.
Esta reforma, por tanto, no solo representa un cambio en la gestión del transporte ferroviario, sino también una oportunidad para revitalizar el desarrollo económico y social en diversas áreas del país.
