Rusia lanza ataque récord de 188 drones contra Ucrania y causa daños en infraestructura crítica
Rusia lanzó 188 drones en un ataque nocturno contra Ucrania, el cual fue descrito por la Fuerza Aérea ucraniana como un número récord de drones desplegados en un solo ataque. Aunque la mayoría de los drones fueron interceptados, se reportaron daños en edificios de apartamentos e infraestructura crítica, como la red eléctrica nacional, aunque no se informaron víctimas en las 17 regiones atacadas.
Desde mediados de año, Rusia ha intensificado sus ataques con drones, misiles y bombas planeadoras sobre áreas civiles de Ucrania. A pesar de estos ataques, el ejército ruso ha mantenido la iniciativa en el campo de batalla, especialmente en la región de Donetsk, donde ha logrado avances tácticos significativos.
Ucrania se enfrenta a un difícil invierno, con incertidumbre sobre la fiabilidad de su suministro eléctrico debido a los continuos ataques rusos, y la preocupación sobre el apoyo futuro de Estados Unidos tras la toma de posesión del presidente electo Donald Trump en enero.
La alerta de ataque aéreo en la región de Kiev duró más de siete horas, reflejando la estrategia rusa de desmoralizar a los civiles y disminuir su resistencia tras casi tres años de conflicto.
Por otro lado, el Ministerio de Defensa de Rusia informó sobre la destrucción de 39 drones ucranianos en la misma noche. Mientras tanto, el Estado Mayor General de Ucrania reportó que la mitad de los enfrentamientos en la línea del frente se concentran cerca de Pokrovsk y Kurakhove, en la región de Donetsk. La falta de personal en la línea del frente es un problema crítico para Ucrania, y aunque los avances rusos han sido graduales, están afectando importantes rutas de suministro.
A pesar de estos avances, las defensas ucranianas en Donetsk no están en peligro de ser sobrepasadas, aunque el Instituto de Estudios de Guerra advirtió que Rusia necesitaría capturar más de 8,000 km² para cumplir con su objetivo de apoderarse de toda la región de Donetsk.
Finalmente, un tribunal en la región rusa de Kursk ordenó la detención de un ciudadano británico que luchaba con Ucrania. Identificado como James Scott Rhys Anderson, fue detenido mientras se lleva a cabo una investigación, aunque no está claro si enfrenta cargos o si las autoridades rusas lo consideran prisionero de guerra. Anderson fue capturado en una zona recientemente recuperada por las fuerzas ucranianas tras una ofensiva en agosto.