
Después de más de cuatro décadas en los cuadriláteros, El Hijo del Santo anunció su retiro definitivo de la lucha libre, cerrando un ciclo que inició en 1982. En conferencia de prensa, el luchador de 61 años expresó la nostalgia que le genera esta decisión, pero también su orgullo al ceder el legado a su hijo, Santo Jr., quien asumirá el icónico personaje de la máscara plateada.
“Son casi 43 años de carrera y muchas vivencias que solo yo conozco. Aceptar portar esta máscara y decir adiós a la lucha libre han sido las decisiones más difíciles de mi vida”, declaró visiblemente conmovido. A pesar de la tristeza, afirmó sentirse satisfecho con su trayectoria y con la evolución que ha tenido el personaje que heredó de su padre.
Un legado más allá del cuadrilátero
El Santo, su padre, no solo fue un luchador legendario, sino un ícono de la cultura popular en México, con presencia en historietas, películas y hasta en la memoria colectiva de varias generaciones. Su hijo, que debutó profesionalmente poco después del retiro del original Enmascarado de Plata, se ha encargado de mantener vivo ese legado.
“La imagen de mi padre forma parte de la cultura mexicana, no solo por el cine, sino porque fue un luchador con gran carisma y muy querido. Tras su partida, el público creyó en mí, y creo que lo he representado dignamente”, señaló.
El retiro de El Hijo del Santo culminará con una gira de despedida, en la que enfrentará a rivales históricos, como Fuerza Guerrera, a quien se medirá el 6 de abril en la Arena Ciudad de México. Su decisión de poner en juego la máscara es un acto de valentía que, según sus palabras, honra su historia en los cuadriláteros.
Santo Jr.: la tercera generación del Enmascarado de Plata
El relevo generacional está asegurado. Santo Jr. se ha preparado para continuar con la dinastía y convertirse en la tercera generación de luchadores en portar la icónica máscara plateada.
“El Santo no es solo un personaje, es un símbolo. No somos como Batman o Superman que solo existen en los cómics. Nosotros estamos aquí, de carne y hueso, con la lucha y la tenacidad como nuestro mayor poder”, afirmó el joven luchador, agradeciendo la confianza de su padre.
El retiro de El Hijo del Santo no solo marca el final de una era, sino el inicio de una nueva con Santo Jr., quien asume la responsabilidad de mantener vivo uno de los nombres más grandes de la lucha libre mexicana. Mientras tanto, el público podrá despedir al legendario luchador en su gira de despedida, que recorrerá distintos estados del país y posiblemente el extranjero, antes de que cuelgue definitivamente la máscara en 2025.