Netanyahu advierte que bombardeos en Gaza “son solo el comienzo” mientras la crisis humanitaria se agrava

El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, aseguró que los ataques aéreos masivos sobre la Franja de Gaza son apenas el inicio de una nueva ofensiva militar. Justificó la reanudación de los bombardeos como parte de la presión para lograr la liberación de los rehenes aún en poder de Hamás y afirmó que las negociaciones “solo se llevarán a cabo bajo fuego”.
El movimiento islamista palestino acusó a Israel de violar la tregua y de intentar imponerle un “acuerdo de rendición”, al tiempo que instó a sus aliados a presionar a Estados Unidos para detener la ofensiva. “Llamamos a los países amigos que apoyan la causa palestina a frenar esta agresión y guerra genocida contra civiles indefensos”, señaló Hamás en un comunicado.
La reanudación de los ataques ha sumido a la población gazatí en el terror y la desesperanza. Según el Ministerio de Salud de Gaza, al menos 413 palestinos han muerto en los recientes bombardeos, la mayoría mujeres y niños. Autoridades locales han reportado desplazamientos masivos de familias que huyen de las zonas más afectadas.
El gobierno israelí aseguró que sus acciones militares cuentan con total coordinación con Estados Unidos, su principal aliado, y justificó la escalada de violencia en la negativa de Hamás a liberar a los rehenes. De los 251 secuestrados durante el ataque del 7 de octubre de 2023, al menos 58 siguen cautivos en Gaza, de los cuales 34 han sido declarados muertos.
Netanyahu enfrenta fuertes críticas dentro de Israel, especialmente de familiares de los rehenes, quienes lo acusan de “sacrificarlos” con su estrategia militar. El Foro de Familias de los Cautivos denunció que la ofensiva pone en riesgo a sus seres queridos y obstaculiza cualquier posibilidad de acuerdo.
El conflicto también ha generado condenas internacionales. Países árabes y europeos, así como Rusia, Turquía e Irán, han rechazado la nueva ofensiva israelí. Egipto acusó a Israel de utilizar la violencia como una táctica para forzar el desplazamiento de los palestinos, mientras que Irán calificó los ataques como un “genocidio”.
Por su parte, la ONU expresó su preocupación ante la reanudación de los ataques y el creciente número de víctimas civiles. “El pueblo de Gaza vive nuevamente con un miedo abyecto”, lamentó Tom Fletcher, jefe de la Oficina de Asuntos Humanitarios del organismo.