
Un devastador terremoto de magnitud 7.7 sacudió Myanmar, convirtiéndose en el más fuerte registrado en el país en un siglo. El sismo causó evacuaciones en Vietnam y Tailandia, donde al menos un edificio colapsó en Bangkok, dejando varias personas atrapadas y múltiples heridos.
El epicentro del terremoto se ubicó a 16 kilómetros al noroeste de Sagaing, Myanmar, a una profundidad de 10 kilómetros, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS). La sacudida también se sintió con fuerza en Mandalay, la segunda ciudad más grande del país, donde varios edificios colapsaron y un puente se hundió por completo.
En Tailandia, el impacto fue significativo. Al menos tres personas murieron y más de 80 quedaron atrapadas tras el colapso de un edificio en construcción en Bangkok. Según el gobernador Chadchart Sittipunt, la estructura se derrumbó en la zona de Chatuchak, una concurrida área turística. Equipos de rescate trabajan para liberar a las personas atrapadas, mientras el Departamento de Servicios Médicos instaló un hospital de campaña.
Las autoridades tailandesas declararon el estado de emergencia en la capital y suspendieron temporalmente el metro y las líneas de tren ligero. Se recomienda a la población permanecer al aire libre ante el riesgo de réplicas.
En Myanmar, bajo el control de una junta militar y en medio de un conflicto civil, los daños son extensos. Testimonios locales indican que un monasterio colapsó en Taungoo, dejando atrapados a 20 niños, mientras que en Rangún, la ciudad más grande del país, se realizaron evacuaciones masivas.
Con múltiples heridos y pérdidas materiales significativas, los esfuerzos de rescate continúan en toda la región, mientras las autoridades monitorean la situación ante posibles nuevos sismos.