Agresión a niño en fiesta escolar de Brasil desata pelea colectiva y debate sobre bullying

Un evento escolar en Brasil terminó en caos y conmoción luego de que un hombre agrediera a un niño de cuatro años durante una presentación infantil. El hecho ocurrió el domingo 15 de junio en una fiesta junina organizada por el Colégio Liceu, en Vicente Pires, Distrito Federal, y provocó una pelea entre adultos frente a decenas de familias.
Testigos y videos difundidos en redes sociales identificaron al agresor como Douglas Filipe Parisio Lima, de 41 años, quien irrumpió en el escenario donde varios niños se presentaban, derribó al menor y lo sujetó del cuello. La escena generó pánico entre los asistentes.
El padre del niño atacado se abalanzó sobre el agresor, lo que desató una pelea colectiva. Una agente de la Policía Civil presente en el evento trató de intervenir, pero también fue agredida. El momento fue presenciado por familias y estudiantes que participaban en la celebración tradicional.
Douglas Filipe, analista de sistemas y padre de otro estudiante del colegio, alegó que su hijo sufría bullying por parte del niño agredido. Aseguró haber actuado bajo “emoción extrema” al presenciar lo que consideró un nuevo episodio de acoso. Su abogada, Marleide Anatolia Pereira da Silva, reconoció la agresión, pero culpó a la escuela por no atender supuestas denuncias previas de acoso escolar.
El Colégio Liceu rechazó estas acusaciones en un comunicado donde condenó la violencia y anunció la expulsión inmediata del agresor y de su hijo. La institución aseguró que esta decisión busca reafirmar su compromiso con un ambiente escolar seguro.
La Policía Civil del Distrito Federal abrió una investigación a través de la 38ª Delegacia de Polícia de Vicente Pires. Douglas Filipe enfrenta cargos por desacato y vías de hecho, considerados delitos menores, y su situación legal será resuelta por un tribunal especializado.
El caso ha generado un debate en Brasil sobre la respuesta institucional frente al bullying y los límites de la intervención parental. Mientras la defensa del agresor insiste en la negligencia escolar, padres de familia y comunidades educativas exigen mejores protocolos de seguridad y prevención.
El incidente ocurrió durante la temporada de fiestas juninas, celebraciones escolares muy arraigadas en el país, y ha sido interpretado como una advertencia sobre la fragilidad de los espacios escolares ante conflictos familiares sin resolver.
Hasta el 16 de junio de 2025, el caso permanece abierto y se espera que las autoridades locales implementen nuevas medidas para reforzar la seguridad en eventos escolares y evitar hechos similares.