A tres años del inicio de la pandemia, la pérdida de la felicidad es uno de los efectos de COVID-19
Hace tres años, el 23 de marzo de 2020, inició en México la Jornada Nacional de Sana Distancia que derivó en el confinamiento para enfrentar la pandemia, que aún suma contagios y muertes, además de efectos por descubrir.
La pandemia de COVID-19 llevó a que algunos sectores de la población perdieran la felicidad, entendida como un estado de ánimo de bienestar y satisfacción, de acuerdo con Esmeralda Bastidas Valenzuela, experta en medicina regenerativa y wellaging.
Entrevistada por Milenio, Bastidas explicó que algunos sectores de la población experimentaron depresión tanto por el encierro como por haber tenido la enfermedad.
“Evidentemente, el encierro por pandemia fue un factor muy relevante, pero también la reducción de esta sensación de bienestar obedece a secuelas físicas y emocionales que está dejando el virus de COVID-19”, dijo.
Durante la pandemia, continuó, parte de la población dejó de tener estímulos que otorgan placer y bienestar.
Bastidas abundó sobre cómo el cuerpo reacciona con cortisol para protegerse de virus como el de COVID-19, lo que causa que se dejen de producir otras hormonas como la serotonina y la dopamina, ligadas a la felicidad.
Para favorecer la recuperación, la especialista, también integrante de la American Academy of Anti Aging Medicine (A4M), recomendó algunas actividades; entre ellas están tomar el sol, meditar, dormir al menos seis horas diarias, ver videos o películas que generen risa, abrazar a seres queridos, cuidar la microbiota, regenerar el cuerpo con células madre y nutrir las células, así como “recordar que la felicidad se compone de pequeños momentos de satisfacción y bienestar”.
La experta recordó que la felicidad es tan importante para la salud que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) decretó el 20 de marzo como el Día Internacional de la Felicidad.
Fuente: Animal Politico