Destituyen al presidente de Corea del Sur tras intentar imponer la ley marcial
El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, fue destituido por la Asamblea Nacional tras su intento fallido de imponer la ley marcial, un hecho que desató una crisis política sin precedentes en el país. Ahora, su futuro está en manos del Tribunal Constitucional, que decidirá en los próximos seis meses si lo restituye o lo destituye formalmente.
Hace 11 días, Yoon intentó justificar la ley marcial alegando la obstrucción de su agenda legislativa por parte de la oposición en el Parlamento. Sin embargo, esta medida duró solo unas horas y provocó indignación pública, manifestaciones masivas y un colapso en su apoyo político, que cayó al 11%, su nivel más bajo desde que asumió el cargo hace dos años y medio.
La destitución fue aprobada con 204 votos a favor, incluyendo el respaldo de 12 legisladores de su propio partido, lo que reflejó la creciente división interna. Mientras tanto, el primer ministro Han Duck-soo asumió como líder interino, aunque su capacidad de maniobra política es limitada en un momento en que el país enfrenta tensiones internas y externas, como la amenaza nuclear de Corea del Norte.
Yoon, por su parte, rechazó la decisión y anunció que luchará en los tribunales para recuperar el cargo. Además, enfrenta una investigación penal por insurrección, un delito que podría llevarlo a prisión y por el cual ya se han arrestado a altos funcionarios de su administración.
Este es el tercer caso de destitución presidencial en la historia reciente de Corea del Sur. En 2017, el Tribunal Constitucional confirmó la destitución de Park Geun-hye, mientras que en 2004 anuló la decisión del Parlamento contra Roh Moo-hyun. La actual crisis política pone a prueba nuevamente la estabilidad democrática del país y los límites del poder presidencial.