
Ni la intensa lluvia frenó a la afición celeste, que empujó a Cruz Azul hacia una victoria épica. Con alma, entrega y un gol decisivo, La Máquina venció 2-1 en el marcador global a Tigres y se instaló en la final de la Concacaf Champions Cup, donde se medirá ante Vancouver Whitecaps.
El héroe de la noche fue Ángel Sepúlveda, quien al minuto 82 convirtió desde los once pasos tras una mano en el área de Marcelo Flores. “El ‘Ángel del Gol’ no falló frente a Nahuel Guzmán y desató la locura en las gradas”, resume la emoción del momento en Ciudad Universitaria.
El gol llegó luego de que el VAR detectara la infracción. Nacho Rivero exigió la revisión con vehemencia y, tras la confirmación, Sepúlveda cobró con sangre fría para sellar el pase a la final. El tanto provocó empujones y una bronca entre ambos equipos, elevando el drama de una noche ya de por sí intensa.
Vicente Sánchez, técnico celeste, no ocultó su emoción: “Levantó los brazos, celebró con rabia y abrazó a sus jugadores”. Su proyecto, inicialmente cuestionado, ha demostrado eficacia donde más importa: en la cancha.
El partido no fue sencillo. Tigres arrancó con fuerza y anotó apenas al minuto 5, pero el gol fue anulado por fuera de lugar de Ibáñez. Luego, Cruz Azul sufrió la baja de Gabriel Fernández por lesión, un golpe para el uruguayo que había ganado regularidad.
En el segundo tiempo, los celestes impusieron condiciones. Rivero, Bogusz y Sepúlveda comenzaron a generar peligro. Nahuel Guzmán resistió, pero el penalti terminó siendo definitivo.
Ahora, Cruz Azul enfrenta un nuevo reto: los cuartos de final del Clausura 2025 ante León, antes de pensar en el título internacional. Tigres, por su parte, buscará recomponerse frente a un Necaxa motivado y sin nada que perder.