“Ecuador es un narco-Estado”, acusa Christian Zurita, candidato presidencial que sustituyó a Villavicencio
El candidato presidencial ecuatoriano Christian Zurita aseguró que cuenta con una fuerte custodia policial porque tiene el mismo perfil de riesgo que su amigo y colega asesinado la semana pasada, Fernando Villavicencio.
En rueda de prensa, Zurita reconoció que las amenazas de muerte “siempre fueron ‘vamos por todos’”, al tiempo que aseguró que Villavicencio fue acribillado porque entre sus primeras acciones de gobierno estaba dispuesto a militarizar los puertos desde donde se exportan grandes cantidades de droga hacia Estados Unidos y Europa, principalmente.
“Ecuador es un narco-Estado”, aseveró Zurita, no sólo porque el narco ha infiltrado instituciones del Estado sino porque se ha vuelto consumidor de narcóticos, con la consecuente guerra territorial de mafias que están “destruyendo todo el tejido social que hasta hace poco había”, destacó.
Zurita, quien lleva constantemente un chaleco antibalas, añadió que para enfrentar la ola de inseguridad en Ecuador se necesita colaboración internacional, depurar a la policía, fortalecer los organismos de inteligencia y las unidades tácticas y de análisis financiero, equipar a las fuerzas de seguridad y crear unidades antimafia y antiterrorismo.
Villavicencio fue acribillado por un grupo de hombres armados el 9 de agosto cuando salía de un mitin político en el norte capitalino en un hecho que dejó, además, nueve heridos de bala. Tras ello, el partido que lo apoyaba postuló a Zurita. Seis colombianos fueron detenidos en el sur de Quito como los presuntos responsables del violento hecho horas después del atentado.
El Consejo Electoral avaló la candidatura de Zurita la noche del miércoles y dejó al nuevo candidato con la posibilidad de hacer campaña durante menos de 24 horas, en medio del reproche de sectores ciudadanos y de otros postulantes que demandaban al organismo celeridad en el tema.
Un impresionante dispositivo de seguridad acompañó al periodista al cierre de la campaña en una conocida tribuna en el norte de Quito. Usando un casco y protegido con una lámina antibalas, el candidato con mayor perfil de riesgo, según él mismo comentó, participó en una ceremonia religiosa en honor a Villavicencio.
Por su parte, Luisa González culminó la fase proselitista a campo abierto, en una populosa zona de Guayaquil, junto a su compañero de fórmula, Andrés Arauz. Con micrófono en mano, González cantaba al ritmo de la música urbana. “Por la salud, por la educación, por la seguridad. Sometimos a las bandas de crimen organizado, vamos a volverlo a hacer, ya lo hicimos y lo haremos mejor”, repitió.
El último turno fue de Otto Sonnenholzner, quien cerró la campaña en un coliseo de Guayaquil. El exvicepresidente también centró sus declaraciones en la seguridad. “Vamos a trabajar porque en este país tengamos justicia para que haya paz. Nuestro país va a salir de este hueco en el que nos ha metido una clase política miserable”, les dijo, y en un breve discurso prometió recuperar la seguridad y la economía.
Xavier Hervas y Bolívar Armijos no realizaron un evento de cierre aduciendo temas de seguridad, dedicando su agenda personal a reuniones sin un alto perfil y entrevistas en medios de comunicación.
En un copado centro de convenciones en Guayaquil y bajo estrictas medidas de seguridad, el candidato, Jan Topic, dijo ante la multitud que “tenemos que salir de este Ecuador enfrascado en la inseguridad y el desempleo; tenemos que salir de este Ecuador de tanta violencia”, mientras en la tarima, escoltas vigilaban el desarrollo del evento.
El postulante Daniel Noboa, denunció en su cuenta de X, antes Twitter, que mientras pasaba en uno de los últimos actos de campaña por la población de Durán, una de las más violentas del país colindante con Guayaquil, se produjo un tiroteo. El ministro del Interior, Juan Zapata, precisó que no tuvo relación con el acto político.
En el tradicional y turístico cerro Panecillo, y con una ceremonia ancestral de antesala, el candidato indígena Yaku Pérez, con chaleco antibalas, en horas de la mañana dijo a la multitud “está aquí el pueblo construyendo el poder popular, construyendo la democracia”. En una firma simbólica del que dijo sería su primer decreto, declaró como prioridad nacional “la seguridad de todos los habitantes, comunidades, pueblos, nacionalidades y colectivos”.
Los primeros en votar fueron cuatro mil 756 presos en cumplimiento de un mandato constitucional que autoriza a sufragar a quienes aún no cuentan con sentencia. La votación se cumplió en 39 centros penitenciarios en 20 provincias del país.
Han sucedido hechos que “enlutan la democracia”, pero “los procesos están escritos en la ley y se los debe respetar”, dijo la presidenta del Consejo Nacional Electoral, Diana Atamaint. “Nos corresponde cumplir y hacer cumplir la ley… para que en estas condiciones de dolor e inseguridad la democracia no se debilite”, insistió.
La funcionaria destacó que se han incrementado los protocolos de seguridad tanto para los funcionarios que participan en la votación de privados de la libertad como para los comicios del 20 de agosto.
De acuerdo con las encuestas, donde aún hay un 20% de indecisos, las preferencias electorales están dominadas por Luisa González, Otto Sonnenholzner, Yaku Pérez y eventualmente Jan Topic.
Un total de 13 millones 450 mil de ecuatorianos han sido convocados el 20 de agosto para unos comicios presidenciales adelantados, en los que también elegirán a 137 legisladores, que en conjunto deben completar un período de gobierno que termina en mayo de 2025.
Estas elecciones atípicas se produjeron luego de que el presidente Guillermo Lasso disolvió la Asamblea y acortó su propio mandato, en medio de una pugna de poderes y de un juicio político con el que los asambleístas buscaban destituirlo.
Crédito: LATINUS